4-Sobre el suicidio.

Una mirada irresponsable



No que el suicidio lo cometan los irresponsables, que a lo mejor y sí.
Lo que dejo claro de entrada, es que esto es algo que voy a opinar hoy, desde mi personalisísisisisimo punto de vista mío de mí (aunque a lo mejor uno puede tener un punto de vista personal y otro impersonal, y otro de negocios y otros de... qué sé yo).

Lo escribiré porque sí. Porque anoche estaba buscando páginas sobre el suicidio y me topé con varias que comenzaban sus artículos con "el suicidio no es la solución".
Ipso facto, click en cerrar.

Porque tengo pensamientos sobre el suicidio -pienso en el (como diría CAP) autosuicidio, no en la idea del suicidio- cada dos por tres y lo último que quiero leer o escuchar es esa frase.

Me importa poco si es la solución o no es la solución.
Y no es que esté ni anunciando que lo voy a cometer ni promoviendo su práctica.

Y me encanta cuando alguien me dice "pero piensa en tu madre, en la gente que te quiere".
Me encanta porque siempre me viene a la mente una frase de Miller en uno de sus Trópico (de Cáncer o de Capricornio, no recuerdo cuál), cuando al protagonista van a venderle un seguro de vida o una de esas cosas pa garantizar un buen entierro: "¿Tengo cara de ser de los que se preocupan por cómo resolverán las cosas una vez que me haya ido?"
A tomar por culo.

Pana, yo no sé por qué otros piensan en suicidarse. Sé por qué lo hago yo.

Porque a veces duele mucho, y lo que provoca es cerrar la puerta y salir corriendo.

Huir.
Una respuesta primaria.
Instinto. Ese que busca el placer y huye del dolor.
Supervivencia. Cuando el dolor te absorbe las ganas de vivir y hay que huir de él.

Paradójico eso de buscar la vida en la muerte.
Pero dice Osho que, si bien no todas las paradojas son verdades, todas las verdades sí que son paradójicas.
Una paradoja es una de esas cosas que destruyen en universo (Volver al Futuro).

Y el meollo interensantisímo del asunto es por qué duele tanto.
Descubrirlo sin desgarrarse en el proceso.
Renunciar a lo que lo provoca (mueca de ironía suprema a mi propia frase).

Las veces que he sentido la posibilidad del suicidio -que no pensar, que es jugar con la ideas, sino sentir, que es ser arrastrado por fuerzas superiores a tu control-, lo único que quería era que acabara el dolor. "Right here, right now".

Hago lo que puedo por entender el punto de vista de las personas que dicen frases del tipo "no es la solución". Reflexiono sobre sus procesos vitales, sus posibles creencias, sus valores...
Pero el coño de tu madre.
Quien tiene la navaja en la muñeca, el frasco de pastilla en la boca, el arma apuntando a la cabeza, está para al borde del abismo-ventana-barranco -o cualquier otro escenario- soy yo, cabronazos, no ustedes.
Quien necesita ser entendid@ soy yo.

So brutos.

Claro, todo el mundo es diferente y yo no tengo la verdad sobre nada. Ni siquiera sobre mí misma. Porque entre más miro dentro de mí, más noto cuánto desconozco. Y me asusto a veces de lo que descubro.
Y aunque me parece genial asustarme de mí misma, darme cuenta del poder de ciertas partes de mí; aunque piense que los seres somos maravillosos, interesantísimos y básicamente la misma miasma y por lo tanto básicamente iguales... todo el mundo es diferente.
Lo que sirve pa mí no es necesariamente la solución pa otro. Por mucho que le ame.

Llegados a este punto, en esta parrafada irresponsable que más que sobre el suicidio es sobre la frase "el suicidio no es la solución", hay una cosa que TENGO que decir:
GRACIAS B.A.
Por esta amistad en la que he aprendido tanto. Por hacerme aprender que la ayuda se tiene que pedir de manera directa y por estar allí cuando la pedí. Por entenderme aunque seamos diferentes.


Gracias también a todos aquellos que hacen todo lo que pueden por entender. Porque creer en que ustedes están allí... es la maldita trampa que evita que salte ;D