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Advertencia: Contenido a veces sarcástico para mentes abiertas y tolerantes hacia pajas mentales con escasa eyaculación de originalidades.

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Advertencia: Emo es muy mainstream... Misantropía Rules!

viernes, junio 12, 2015

Por qué no escribo (parte 3)

¿Y dónde está la parte 2? En la carpeta de borradores, por supuesto. Tenía planeado escribir una serie de entradas pero me volví un ocho en el segundo post. O sea, que toqué un recuerdo y todo se me fue a la mierda. Pos eso, la segunda parte saldrá cuando reúna el coraje para revisar qué diantres escribí... o no.
Como sea, he aquí otra razón importante por la que me guardo mis opiniones para mí.

Cuando empecé con el blog, azuzada por un amigo de la época, mi acceso a internet 24/7 en la comodidad de mi hogar era relativamente reciente. Todavía no había explorado el universo internaútico y, aunque me topé con uno que otro blog perturbador en mal sentido, creo que aún dicho universo no alcanzaba las dimensiones que tiene hoy en día.
Y, por supuesto, ignoraba yo casi totalmente la existencia de los trolles profesionales. Vale, seguramente tienen otro nombre, pero me refiero a esta gente que entra a un foro/blog/pagina cualquiera, y pone su comentario, con la única intención de generar malestar y que otras personas respondan, generalmente en tono de guerra a muerte.
Tampoco se me ocurrió que podría haber personas que crearan un blog con una identidad distinta a la suya, solo para generar malestar y que otras personas les respondieran en tono de guerra a muerte. No se me ocurrió, porque me parecía una de las cosas más estúpidas que alguien podría hacer con su tiempo. Hasta que conocí a una, face to face. "Pero... ¿Pooor quéee?", pregunté. "Para ver qué responden", respondió. En ese momento me di cuenta que no solo me parecía una de las cosas más estúpidas que hacer con el tiempo de uno, sino que realmente lo era.

Sí, hay gente que no dice directamente quién es. Yo, por ejemplo, que oculto medianamente mi identidad real, porque quería tener la libertad de decir las cosas que pienso y siento sin dañar a las personas por las que me siento y pienso de determinada forma. Que tampoco ellos tienen la culpa de que yo sea como soy, y seguramente ni siquiera la tienen por ser ellos como son. Y no quería ni quiero ir creando ampollas por la vida, que luego exploten y me bañen de pus. O sea, no más de lo que ya hago. Algunas ampollas sí que valen la pena crearlas, y a esas les doy la cara y me aguanto el mierdero que me llueva encima. Pero en general son cosas tan idiotas que no valen el mierdero. Otras son demasiado personales, y no vale la pena revelar la identidad de los involucrados. Porque el asunto principal es sacarme el mierdero que llevo dentro, ponerlo en una pagina en blanco y ver qué está causando la infección. Como un análisis de heces, supongo. Y bueno, lo publicas, por si hay otros que estén pasando por el mismo mal que tú, y compartan soluciones, o encuentren las suyas mientras te leen, o se sientan menos solos mientras te leen, de la misma manera que yo encontré soluciones o me sentí menos sola leyendo a otros.
Así que yo oculto medianamente mi identidad para decir cosas que me encantaría poner en Facebook, pero que no lo hago porque no quiero ver quién le da "me gusta", y sobre todo no quiero saber quien de los que conozco es tan estúpido como para responder con una idiotez a una de mis opiniones personales, o problemas personales, o lo que sea mío que elijo mostrar. Porque ya mando a suficiente gente a la mierda cada día de mi vida. Que el problema sea que no suelen irse... o no con la rapidez que me gustaría, es otro asunto, para tratarse en otros posts.
Aquí la cosa es que, ¡pooor tooodooos los Ciiielos! ¿Quién demonios abre un blog con el nombre de otra persona, generalmente famosa, y escribe insultos a diestra y siniestra? ¿Por qué la gente hace eso? No lo entiendo. No, no lo entiendo. O sea, supongo que podría entenderlo racionalmente, si me sentara e intentara meterme en las cabezas de estas personas. Supongo. Pero no quiero hacerlo. De veras.
(A ver como enlazo esto donde estoy ahora con la idea principal que tenía al empezar el post sin fumarme toda la caja de cigarros en 3 horas...)
Es decir, sí, me gusta entender las cosas, la gente, las ideas. Pero cualquiera que sea el principio que gobierne el impulso de ponerse a decir idioteces por el mero gusto de poner a pelear a otros, por hacer que otros se conecten con sus lados más mezquinos y te insulten... Bueno, es un principio que está a millas de distancia del mío. Y la distancia se siente tan abrumadora que no sé si quiero recorrerla, si valga la pena hacer el recorrido. Aunque en mi mente hay varios engranajes haciendo click, click, click y una que otra voz diciendo "Sí, sí, sí ¡ya casi lo tienes!". Como sea, esto también es un tema muy interesante para mis próximas reflexiones, y para otros posts sobre el asunto del entendimiento.

El punto, uno de ellos, es que hay mucha gente en la red diciendo cosas estúpidas, argumentando sus estupideces sobre bases aún más estúpidas, necias e infantiles. Y lo peor, es que muchas de estas personas ni siquiera creen en lo que escriben, solo te atacan por el placer de herirte.
Porque si alguien está realmente defendiendo aquello en lo que verdaderamente cree, se entiende que el que uno tenga un pensamiento u opinión o sentimiento distinto les hace sentir blanco de un ataque y tienen, o sienten que tienen que defenderse de ti, maldito blasfemo que proclamas herejías. Eso puedo entenderlo y lo entiendo.
Lo que me cuesta un universo y parte de otro entender es a la gente que lo hace por joder, sin defender nada, solo por joder.
Y claro, me molestan los ataques sin sentido, y me provoca entrarlos a patadas y ser un poquito Nerón y quemarlos en un Coliseo. Y no me gusta ser esa persona, pues. ¿Cómo puede uno comunicarse cuando el único pensamiento que habita tu mente es dónde diablos conseguir la mayor cantidad de madera seca lo más rápido posible? No, así no se puede hablar. Así no se puede escribir. Así no se puede uno abrir y mostrar otras cosas que te duelen de verdad, que te ocupan de verdad.
Pero... amachemonos, no? "Man up", como le dijo Pratchett a un fan.
Esta gente existe y existirá, en la red y en la vida real, e incluso alguna vez uno será parte de ese grupo. Alguna vez uno sentirá el impulso de hacer que otra persona se salga de sus casillas y te insulte. Estoy segura que alguna vez lo he hecho, o varias, y que seguramente lo hice por jugar, y luego de reírme intenté calmar las cosas. Supongo. Espero. I don't know...

Entonces, entras a un blog o foro, buscando información sobre un tema, y te encuentras con una sarta de estupideces que te generan una reacción, y ya estás a punto de responder cuando te das cuenta que las cosas se han salido de control, y no hay bandos buenos, porque todo el mundo está ya insultándose unos a los otros y te preguntas si el que encendió la mecha no sería un troll sin nada mejor que hacer con su vida.
Y, aunque trataras de poner en práctica las pocas buenas lecciones que has aprendido en la vida, como que las opiniones son siempre personales y no hay que emitirlas como si hablaras de verdades universales, o que es importante hacer una buena argumentación de tu opinión porque el "porque sí" es una base completamente subjetiva que no explica nada y que todos tenemos derecho a nuestras propias visiones... Bueno, pues aunque pongas en práctica estas lecciones, ya el zaperoco está armado, los trolles están cagados de la risa y los demás están demasiado atrapados en la telaraña para ver quién es amigo o enemigo, así que si te atraviesas, lo más seguro es que lleves palo porque sí, porque es obvio que en esta fiesta de golpes cualquier cosa que no se defienda es una piñata, y nada mejor que darle palo a una piñata. Vale, a veces es que no están viendo que llevas un lanzallamas, lo que te hace más peligroso todavía, porque ¿cómo se te ocurre entrar en una fiesta de golpes y tratar de calmar la situación llevando un lanzallamas? Are you kidding me?
Y entonces no escribes, y dices "lo dejo para mi blog", pero empiezas a cuestionarte sobre la validez de tu opinión. Después de leer tanta estupidez basada en un sin sentido aún peor, empiezas a preguntarte si tu estupidez personal no estará basada en un sin-sentido aún mayor que los otros... Y te callas. Porque aparte, tu blog casi no recibe visitas y como tienes ese titulo tan particular, los pocos que te visitan parecen estar haciendo un curso con algún grupo terrorista, con el que por supuesto no tienes nada que ver, porque a ti lo del terror solo te va si tiene vampiros y las escenas gore son lights.
Así que te das cuenta que aunque argumentaras muy bien tu opinión, y que dejarías claro que es tu visión muy propia -y muy personal muy tuya de ti- del asunto y que de ninguna manera estás tratando de captar seguidores para ninguna secta religiosa, pues escribir en tu blog es como hablar al viento, que tu mensaje no llegaría a ningún lugar, que aparte TIENES todavía que trabajar mucho en eso de aceptar las realidades ajenas... Y te conformas con pensar en el tema y sus ramificaciones mientras lavas los platos, la ropa o limpias la casa, o caminas a algún lugar.
Pero claro que tienes opiniones, tienes opiniones sobre todos y cada uno de los temas que conoces, y sobre otros que no conoces también. Y sabes que aunque esas opiniones lleven un poco de ti, no es tampoco tanto como para estar dispuesta a matar a alguien por ellas, y mucho menos a hacer que te maten por ellas. Que una cosa es pensar y otra actuar, y de ninguna manera tengo ganas de azuzar acciones que me bañen de pus.
Porque, si esas opiniones realmente fueran parte de tu verdad vital... ¿No deberías unirte a alguna causa que las defienda? ¿No deberías unirte a alguna marcha pro-derechos-de-algo y estar dispuesta a recibir una bala o una nube de gas lacrimogeno por ellas?
Claro, a menos que lo tuyo fuera la no-violencia, y la aceptación del Todo-tal-cual-es y de Aquello-que-Es, y entonces comprenderías que las Ideas son tan apegos de la Mente como los Deseos, y que todo es una trampa del Ego... Y que tampoco tiene mucho sentido unirte a ningún grupo religioso por que la Verdad está en todas partes, aunque no puedas comprarte ropa con ella...
Y cuando te das cuenta, ya terminaste de limpiar y estás reventada y lo único que quieres hacer es echarte un rato y mirar a un tipo lindo luchar con su marca de Caín (Supernatural FTW!) mientras le haces piojito-piojito-piojito a tu gato.

Y por eso no escribo, parte 3.



jueves, junio 11, 2015

Describiendo acciones.

Sonrío.
Enciendo un cigarro más, con una sonrisa enorme colgada de mi rostro.
Sonrío más.
Escucho de fondo un viejo grupo que acabo de descubrir, y parece que me siento completamente llena.

Doy una calada, y sigo sonriendo, como intoxicada de ... poesía. Ebria de poesía, ya que no de vino ni virtud.

La comisura izquierda de mi rostro se estira, como si un malicioso recuerdo la halara.

Suspiro y sonrío como si amara las horas como ésta, como si en estas horas pudiera reírme tiernamente de mis errores y equivocaciones.

El rostro se relaja, como si el peso del sueño obligara a los ojos a cerrarse y le impusiera al cuerpo acudir al encuentro de Morfeo.

Los ojos brillan, como si hubiera comprendido de repente el sentido último de una frase que me rehuyó durante décadas.

No tengo que ir a ninguna parte.




(De julio 2014. No sé por qué lo dejé en la carpeta de borradores, pero como no está mal, lo publico hoy :P)