Advertencia 2

Advertencia: Contenido a veces sarcástico para mentes abiertas y tolerantes hacia pajas mentales con escasa eyaculación de originalidades.

Advertencia

Advertencia: Emo es muy mainstream... Misantropía Rules!

miércoles, enero 31, 2007

Plegaria

Señor Dios...
Te prometo que si este trabajo me sale bien y paso esta materia, jamás, jamás, jámas volveré a tener sexo antes de un exámen.

Bueno, está bien, no voy a engañarte... Prometo esperar a...

Joder, no me puedes solo hacer un milagro de vez en cuando... unas dos o tres docenas de veces por día... sin esperar que yo te cumpla lo ofrecido??


Volvamos a empezar:
Señor Dios, Todopoderosísimo, Omnipresente, Omnisapiente, Omnitodo...
Padre Celestial, Tú que estás más allá del bien y del mal de tus hijos...
Protege a esta tonta (porque ya no estoy ni tan borracha ni tan niña) que tienes por hija, que no sabe abstenerse ni decir que no... (como tú, que por ahí dicen que Tú y que eres un "sí" pa' too... Hija de gato...)
Y bueh... Tú hazme el milagrito de pasarme la materia pa' no tener que volver a dormirme en esas clases... y después nos arreglamos con las cuentas ;)

Tu hija que te ama.

sábado, enero 27, 2007

Soneto LXX

Pablo Neruda

Ya sabes... estoy buscando mi voz entre otras voces, inténtando darle forma a mis aullidos, forma en que habla el cuerpo, cuando está cerca de la herida.


Tal vez herido voy sin ir sangriento
por uno de los rayos de tu vida
y a media selva me detiene el agua:
la lluvia que se cae con su cielo.

Entonces toco el corazón llovido:
allí sé que tus ojos penetraron
por la región extensa de mi duelo
y un susurro de sombra surge solo:

Quién es? Quién es? Pero no tuvo nombre
la hoja o el agua oscura que palpita
a media selva, sorda, en el camino,

y así, amor mío, supe que fui herido
y nadie hablaba allí sino la sombra,
la noche errante, el beso de la lluvia.

El Daño

Pablo Neruda.

Sí, estoy pegada. ¿Cuál es el problema?


Te he hecho daño, alma mía,
he desgarrado tu alma.

Entiéndeme.
Todos saben quién soy,
pero ese Soy
es además un hombre
para ti.

En ti vacilo, caigo
y me levanto ardiendo.
Tú entre todos los seres
tienes derecho
a verme débil.
Y tu pequeña mano
de pan y de guitarra
debe tocar mi pecho
cuando sale al combate.

Por eso busco en ti la firme piedra.
Ásperas manos en tu sangre clavo
buscando tu firmeza
y la profundidad que necesito,
y si no encuentro
sino tu risa de metal, si no hallo
nada en qué sostener mis duros pasos,
adorada, recibe
mi tristeza y mi cólera,
mis manos enemigas
destruyéndote un poco
para que te levantes de la arcilla,
hecha de nuevo para mis combates.

Soneto XVII

de Pablo Neruda.
Pos... siempre quise hallarla, y ya.


No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.

Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,

sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

Dulce niño mío

Y... no sé todavía si me hizo bien hablar contigo.
Cierto, no podemos ayudarnos.
Pero lo diré una vez más: era inevitable que me enamorara de tí. Era imposible no amarte.
Lo siento de verdad. Hubiese sido mucho mejor de amiga.

Sé que mentiste. Sé lo que ocultaste.
Tal vez lo hiciste solo porque no estás listo para aceptarlo tú mismo. Ese es tu asunto.

De todos modos no fue tan malo hablarte.
Tal vez hubiese sido mejor en otro momento, con más tiempo, con más rabia.

La cosa es que en ese no decir... Que no te salvas.
Porque dices no y sigues allí, atándome, sin dejarme partir.
Y eso es lo que me da rabia.

También me da rabia que no pueda ser.
Realmente te amé.
Te amé muchísimo. Como a nadie más. Nadie más.
Y hubo momentos en que de veras me sentí amada por ti. Como nadie más.
Como nadie más me amó y como sé que no amarás a nadie más.
Lo que no significa que no vuelvas a amar. Ni yo tampoco.
Ni significa que no amaremos profundamente a alguien más en otra ocasión.

Pero fue muy lindo amarte, dulce cielo.
Fue muy lindo.

Quiero que sepas que no hubo nadie aparte de ti en este tiempo.
Es una tonteria, pero quería que lo supieses.
Cuando aquella vez dije "se acabó", no hablaba del amor.
Sé que lo sabes, pero dejame volver a decirlo.
Aquello "se acabó" porque no fuiste capaz de decir y yo no soportaba intuirlo.
Pero ya lo sé. Y cada vez las cosas encanjan mejor.

No voy a decirte que no habrá nadie más en el futuro. Aunque a veces me provoca cerrar esto contigo y no volver a abrir mi corazón nunca más.
Pero para que eso sucediese tendría que odiarte. Y no voy a hacerlo.
No voy a odiarme a mí misma.
No voy a destruirme.

Lo que sí voy a hacer es cortar con todos los lazos y dejar que te marches.
No voy a atarte a mi vida ni a mi destino de ninguna manera.
Ya estuviste. Ya fuistes.
Y fue absolutamente hermoso.
Incluso esta pena, este dolor, esta rabia y este miedo lo son.

Y todavía te amo y te quiero con locura.
Pero esto también pasará.
Y en un hipotético futuro, tal vez nos encontremos, y podamos sentarnos frente a frente con un café de por medio, riéndonos de la vida y felices de las vueltas que cada uno haya dado.
Comprendiendo.

Pero ahora no.
No hay nada que salvar.
Porque te amo demasiado para ser tu amiga.
Porque no soporto haber repetido mi historia.

Si pudiese verte solo una vez más...
En este momento no serviría de nada. Solo prolongaría el dolor.

¿Ya te dijé que te amé?
Pues lo hice.
Lo hago.
Y lo seguiré haciendo, aunque ya no lo vaya a expresar de la misma manera, aunque adquiera otra manera de mostrarse.
Aunque en este momento eso signifique arrancarte de mi ser y dejar de mirar atrás.

Gabriel

Me hieres de nuevo.
En el mismo lugar.

Y no es un maldito hechizo.
Es la Verdad.

jueves, enero 25, 2007

Venial

Le tengo ganas a mi conductor asignado.
Se me bajan las medias cada vez que toma una curva, o que derrama testosterona en una discusión con un idiota al volante.
Me derrite su sonrisa y me empatuco cada vez que su profunda voz acaricia mis oídos.
Cada vez que hace un cambio de velocidad... Suspiro.

Y claro como me siga dejando bajar del vehículo, esto se quedará en las "puras" ganas...
A menos que... (imaginar aquí un diablito que sube las cejas)

Naaaaaa. Con un tipo como ese, es más sabroso si te rapta (diablito que sube las cejas, dos veces).

martes, enero 16, 2007

Culpable o no

Mi querida y nunca bien ponderada mentecita, tiene una peculiar costumbre: "reproduce automáticamente" canciones.
Me gustaría pensar que es la forma que tiene de traducirme algunas de esas cosas que pasan en el lado irracional de la vida. Ya saben, cada hemisferio cerebral tiene sus dominios, y palabras y emociones necesitan de no-sé-qué-proceso-sináptico para que la mente consciente comprenda o empiece a vislumbrar la gran masa de hielo que se oculta bajo la superficie del mar...

Pero en esta ocasión, mi adorable mentecita parece haber sido poseída por algún demonio ajeno, ya que le doy vueltas y vueltas y ... nada, no consigo un motivo "racional" ni "coherente" que explique la pertinaz permanencia de la voz de Luis Miguel en mi cerebro por más de 10 días.
Imposibilitada de escuchar ningun otro tipo de música, he decido hacer mi primer blog-exorcismo, a ver si de una vez por todas puedo sacar al rubito de mi mente.


Culpable o no (miénteme como siempre)
Precisamente ahora que tú ya te has ido
Me han dicho que has estado engañándome
¿Por qué de pronto tienes tantos enemigos?
¿Por qué tengo que andar disculpándote?

Si ellos están mintiendo, por favor defiéndete
Yo sé que no lo harás, pues dicen la verdad
Es una pena siempre seguirás doliéndome
Y culpable o no, ¿Qué le puedo hacer ya?

Miénteme como siempre
Por favor miénteme
Necesito creerte
Convénceme
Miénteme con un beso
Que parezca de amor
Necesito quererte
Culpable o no

No tengo ya derecho a reprocharte nada
Pues nada queda ya de ti, de mí, de ayer
Qué pena, nuestra historia pudo ser fantástica
Y ahora dime mi amor
¿Quién te va a defender?

Miénteme...

sábado, enero 13, 2007

Increible, pero cierto

He sobrevivido con un aceptable éxito a la primera semana de clases del año.
Logré controlarme y no asesinar a nadie. Claro, a punta de mucha vitamina C, pero C de cigarrillos =DDDD.
No me quedé dormida en ninguna clase... Lo que no significa que el sueño no haya hecho estragos en mi cerebro, lo que se tradujo en muchisimas intervenciones que casi vuelven locos a un par de profesores... Lamento lo de "casi" ;DD
El primer día ya había roto un 50% de mis propósitos de año nuevo (es que solo me hice 2 =DDD) y al terminar la semana rompí el resto (lo admito, fueron más de 2 ;P).

Pero bueno, haciendo un balance... creo que el resultado es favorable. Veamos que pasa en lo que resta del semestre...

miércoles, enero 03, 2007

Bajo la bóveda estrellada

Acabo de ver "El Código DaVinci".
De acuerdo, es una gringada.
Pero no es tan mala como esperaba.
Ya había leído hace unos años un libro acerca del enigma del Santo Grial. Otro distinto del que basan el guión.
Los conceptos de la película no me sorprenden, fue mucho más fuerte enfrentarse con lo que el libro me revelaba.

En una de esas pláticas con mi hermana, surgió el tema de "lo importante".

Tendrán que disculparme si sueno incoherente, pero la avalancha de ideas que invade mi mente me empuja en diferentes direcciones, cada una más maravillosa que la anterior.
Y no puedo decidirme por ninguna. Todas me fascinan, todas me gritan y me reclaman.

Pero intentaba hablar de "lo importante". Tal vez por eso giro y no puedo concentrarme.
Mi hermana decía que nunca se habla de lo importante. Llenamos nuestras conversaciones de temas superficiales o aparentemente relevantes, pero lo que verdaderamente cuenta para nosotros permanece oculto.
Lo importante siempre se sobreentiende. Va implícito. No se dice. Se calla.
Lo importante permanece en el misterio. Es el secreto.

Y luego de escribir y reescribir varios párrafos intentando dar un final decente a este post, solo me parece y permanece pertinente la imagen de Tom Hanks al final de la película.

martes, enero 02, 2007

Golpe bajo

O el porqué me tomé la molestia de explicar lo de las maldiciones familiares.

Hace unas horas estaba en casa de mi Tío Leo (lo llamaré así por el signo zodiacal bajo el que nació), que me vio nacer, que me cantó canciones, que seguramente tuvo que cambiarme algún pañal, que estuvo a punto de darme mi primer paseo en moto, que por poco no me sigue jodiendo con los mismos chistes que me contaba hace treinta años, que todavía se preocupa por darme algo de dinero para "mis cosas".
Mi Tío Leo, que fue prácticamente desahuciado por los médicos alópatas a causa del cáncer hace casi año y medio, que hace un año estaba recuperado gracias a la medicina homeópata tras casi cuarenta años de injertos que nunca funcionaban.
Mi Tío Leo, coño, que es mi Tío Leo favorito (porque su hermano es mi Tío Tauro favorito =D), que es el hermano menor de mi madre, que es el hijo más joven de la madre de mi madre (para un futuro post: simbolismo de la genealogía materna o algún nombre parecido). Que es un misterio para mí, porque nunca consigo mirarlo a los ojos el tiempo suficiente para entenderlo, porque no necesito mirarlo a los ojos para intuir su misterio que es un dolor profundo e inconsolable, aunque sonría y calle.

Al final de la tarde nos sentamos en el patio trasero de su casa, "para que nos pegara más fresquito". Allí, entre café y ponche y torta y pan de jamón y uno que otro cigarrito que nos fumábamos lejos de mi madre, nos dio la noche y nos iluminó la Luna.
Mamá, que no puede evitar la fascinación por contar cuentos de aparecidos en la noche, y mejor si es antes de agarrar carretera, nos empezó a contar el último que había escuchado y que debió impresionarla bastante porque tardó mucho tiempo en contarlo.
Yo me burlaba: "así es como empiezan todas las películas de terror", y Tío Leo se reía y aportaba su granito...

Después del cuento nuevo siguieron los cuentos de siempre, los que ya me sé casi de memoria por llevar tanto tiempo escuchándolos. Así que mi mente hizo lo que suele hacer cuando eso sucede: floto fingiendo atención y se perdió en las nubes y las hojas del árbol, en los claroscuros que insinuaban los rasgos de Mamá y de Tío Leo.
Y me sentí feliz.
Así, sin riqueza, con lo justo imprescindible para ir estirando la vida, con los sueños que no fueron y que no serán, con el dolor que no se puede mitigar y las distancias que no se pueden salvar.
Solo me sentí feliz. Porque estaba con gente que me ama, gente que amo. Porque pude dar algo, porque realmente pude permitirme hacer algo para arrancar de Tío Leo una sonrisa de niño complacido, porque cada día las diferencias con Mamá se borran más o se notan menos.
Me sentí feliz. Porque en medio de toda la conversación "superficial" pude sentir "lo importante".
E hice lo que pude por entender lo que percibía, para poder ponerlo en palabras.

Y así, sin darnos cuenta, entre la conversación de cualquier cosa y el compartir puntos de vista y colar el café o picar la torta y el pan de jamón, la parte más externa de "lo importante" fue colándose sin que nos percatáramos conscientemente.
Qué curioso que una palabra juguetona dicha por la esposa de Tío Leo fuese el detonante del proceso de "darse cuenta".

En la carretera, se lo comento a Mamá. Tío Leo ha perdido el color. Tiene manifestaciones claras de recaída. Las palabras sueltas empiezan a encajar.
Y me da rabia. Me duele el solo imaginar el dolor físico y emocional de Tío Leo. Me duele darme cuenta que no puedo decirle absolutamente nada, porque yo soy igual y he estado teniendo la misma actitud.

Cómo puedo regañarlo por no estar tomando sus medicamentos, por no estar cuidando su vida y su cuerpo.
Cómo puedo decirle algo yo, quien padece su cuerpo como una cárcel, a pesar de que es aceptablemente funcional.
Cómo puedo decirle algo yo, cuya única meta real de vida es recibir con los brazos abiertos a la muerte.

Y claro que me deprime entender el ser inútil que soy. Claro que me arrecha notar que hay una "maldición familiar" atándonos las manos y que me tengo que callar porque no conozco la manera de soltarnos.

Pero, a estás alturas del partido, lo más seguro es que mañana salga el sol y tenga todavía un nuevo día por delante.
Y aunque espero morirme porque no tengo ninguna intención de permanecer en este cuerpo ni en este mundo por la eternidad, quiero morir libre.

Así que jodete bruja-tradición, porque mientras viva me seguiré levantando para enfrentarte.
Y puedes reírte de mí todo lo que quieras, ambas conocemos lo suficiente mis debilidades.
Pero te daré mi otra mejilla y sabrás que si retrocedo, será para tener una mejor perspectiva y que si me llego a rendir, solo será para recobrar el aliento.
No soy como el roble, pero seré como el junco.
Y te voy a pelear hasta el último segundo.

Maldiciones Familiares

Una de las cosas que más extraño de vivir con mi hermana son las largas charlas fumando y bebiendo café mientras descomponíamos el Universo.
Basadas en las mitologías y leyendas clásicas y urbanas, en nuestras observaciones diarias de la vida y en nuestros contactos con la psicología, tomabamos ideas ajenas y las reordenabamos en un modo que nos explicara el comportamiento humano y, por supuesto, nuestro propio comportamiento.

Joder, tuvimos nuestros ratos malos y amargos, pero... ¿Acaso no fueron tan grandiosos como los buenos? ;)

Si bien ya no hablamos tanto como hace diez años, todavía recordamos muchos de los descubrimientos que hicimos en aquella época. Y de vez en cuando charlamos lo suficiente para añadir un nuevo dato a una de nuestras hipótesis, e incluso crear alguna nueva.

Todavía me gusta mucho su manera análitica: directa, segura, precisa. Como un bisturí manejado por una mano experta. Práctica.
Yo suelo ser más desordenada: aplico la "asociación libre de ideas". Voy dando pinceladas aquí y allá. Me gustaría pensar que soy más poética ;P

Una de las hipotesis favoritas es la de las "Maldiciones Familiares". Ya no recuerdo si la idea germen era de alguien más o si surgió en una de esas conversaciones. Lo que sé es que la hicimos nuestra, y que la aplicamos con bastante éxito.

Con "maldiciones familiares" -cuyo nombre nos remite a hechizos mágicos- nos referimos a las pautas de comportamiento que heredamos de nuestros padres, quienes lo heredaron de sus padres, y así sucesivamente, ad infinitum.
Al ser actitudes vividas e internalizadas desde el nacimiento, llegamos a expresarlas de manera inconsciente y nos encontramos tan ciegos ante ellas como estamos sordos para percibir el acento propio de nuestro núcleo familiar.
Actuamos así, como en los cuentos de hadas, bajo un encantamiento prácticamente imposible de romper, aunque su firmeza tambalée cada vez que choca con una realidad ajena a la conocida. Cualquier extraño puede hacer la función de "principe" y despertarnos. Cualquier acto nuevo a la rutina familiar puede suplir el beso del cuento y despertarnos.
Pero, lo más terrible de esto, es que la "maldición" llega a arraigarse de tal modo en nosotros, que nos convertimos en sus cómplices y le ayudamos a mantenerse en pie ante cualquier intento de fractura.
De alguna manera, y usando la distinción de género como símbolo, todos somos en alguna parte de nuestro ser las princesas dormidas o presas que ya ni siquiera esperan ser rescatadas, sino que resignadamente cumplimos con las órdenes de la bruja-tradición familiar inconsciente.
De alguna manera, también somos el dragón, el muro, la zanja y todos los obstáculos que tiene que sortear el príncipe para rescatarnos.

Redeondendo (que ya me inspiré y me fuí por la tangente), las "maldiciones familiares" no son más que los paradigmas destructivos que cada quien vive inconscientemente a diario.

Supongo que los paradigmas constructivos podrían ser las "bendiciones familiares". O que cada paradigma puede ser destructivo o constructivo según el momento en que se aplique.
Pero esto es parte de una conversación que aún está pendiente =D

¡¡Feliz Año!!

(fase óptimista)


Porque, a pesar de todo, hoy salió el sol y tuve oportunidad de mirarlo.

Sobre todo, les deseo Feliz Año porque estoy y soy.
Y tú que me lees, también estás y eres.

Y eso es todo lo que se necesita para comenzar.


"El camino hacia lo eterno comienza ante tus pies", Lao Tse.