Advertencia 2

Advertencia: Contenido a veces sarcástico para mentes abiertas y tolerantes hacia pajas mentales con escasa eyaculación de originalidades.

Advertencia

Advertencia: Emo es muy mainstream... Misantropía Rules!

lunes, mayo 03, 2010

Además...

también me arrecha (venezolanismo para describir un estado de ánimo más allá de estar molesto) que la gente la cague.

digo, a veces conoces gente que te cae muy bien... hasta que la caga de manera irreversible.

y lo que más arrecha es que les sigues apreciando, pero, como dicen por acá, "a mí el que me caga no me limpia... y si me limpia me deja sucio".

hablando de sádicos anales... (ver Freud)

Imágenes recurrentes

Bien, todavía no he investigado nada de Twain. Mark Twain. Quizás algún día por fin me atreva a leer Tom Swayer o cualquier otro de sus escritos. Y lo de la muerte, claro.

He estado en modo terriblemente emo. Emo hasta la enésima potencia. En ese estado en el que hasta a mí me ha provocado decirme "por dios, si tu vida es tan miserable, pégate un tiro o lánzate de un precipio". Pero no tengo ni dinero para el arma, ni un precipio cerca. Además, que de pequeña vi Bettlejuice. No, gracias. Emo sí; trabajadora pública no.

Al menos hace unos meses estaba drogada todo el día. Y legalmente.
Últimamente estoy empezando a entender lo incomodo que puede resultar sentir. Y lo fácil que es mantenerse evitándolo.

Tengo días descargando libros "nuevos" y leo desde que me levanto hasta que me caigo sobre el teclado. Entre otras cosas que hago para evitar pensar y sentir. Sentir lo mío. Es más fácil llorar por las penas ajenas.

Pero siempre se cuelan imágenes de la propia vida. Siempre se me cuelan a mí, al menos. Y justo hace un momento recordé a una prima. Esto de estar leyendo una novela de una chica que ve sombras y tomaba anti-psicóticos ayudó.

Mi prima era esquizofrenica. Algo así me dijeron, me llevaba unos 15 años y yo tendría unos 12. Recuerdo de esa época que yo estaba empezando a dejar en claro mi deseo de aislamiento del rebaño y tratando de emular a Atenea (había hecho un pacto con la diosa unos años antes aunque no me di cuenta de ello en ese momento, ni de lo que conllevaba).

Anyway, yo adoraba a mi prima. Era hermosa. Para mí era hermosísima. Y grande. Y hablaba conmigo y parecía escucharme. Aunque la veía poco.

Supongo que estaba de moda la palabra "loca". Ya saben: "hola, loca, cómo estás?". El año pasado una compañera de trabajo siempre me decía "lokis" o "loca". Una amiga acostumbra saludarme "hola, loca/bruja". Hmm... Creo que no me ha llamado todavía "bruja loca". ¿O sí? ^^
A veces me erizo un poco por la connotación despectiva de las palabras. Porque, aunque conozca casos como las mujeres de la familia de otra amiga que suelen llamarse "bruja" entre ellas sin el menor asomo de desprecio, siempre estará la sombra de esa tarde especial.

Mi tía llamó a casa, habló con mi madre; mi madre me comentó que mi prima vendría y yo solté un genial "ah, la loca, chevere" o algo parecido.
¿Qué puedo decir?
Yo tenía 12 años, estaba en primer año de bachillerato, intentando aclímatarme a un grupo, ser aceptada, terminar de desprenderme de la capa de "perdedora" que había llevado durante toda la infancia... Además de que estaba completamente ajena al hecho de que la cojera de mi prima se debía a un primer intento de suicidio. ¡Dioses! ¡Yo pensaba que había tenido un accidente! Si acaso pensaba en ello.

Estaba tratando de ser dura. Y adolescente. Y sobrevivir.

Me gané un sermón de mi madre. No recuerdo si mi padre llegó a hablarme sobre eso. Al parecer mi tía escuchó mi respuesta ("ah, la loca") y le comentó algo a mi padre, que luego llamó a mi madre y se les ocurrió que lo mejor era darme una de esas charlas con caras largas y todas llenas de "cuánto nos decepcionas". Que en mi caso era mucho peor que pegarme.

Definitivamete esto está en mi lista de cosas pendientes. Algún día llamar a la tía y decirle que jamás, en ningún momento tuve en mi corazón nada menos que admiración y un infinito amor a mi prima. A lo que podría añadir que la entiendo perfectamente, que era una madre preocupada por su hija. Y que hubiese sido hermoso que mi padre le dijera, o que mi madre le dijera "mira, nuestra hija adora a la tuya y nada podría salir de su boca para lastimar a la tuya de ninguna manera". Pero que eso sólo habría pasado si alguno de los dos me hubiesen conocido realmente y hubiesen estado realmente interesados en "guiarme" a través de la adolescencia más que en que yo me comportara de una forma políticamente correcta, para no atraer escenas desagradables a la familia.

Que al final es lo realmente doloroso. Saber sin lugar a dudas. Que todos estamos más preocupados en que el mundo nos perciba de una determinada manera que en poder percibir el mundo.

Porque el mundo es hermoso y maravilloso. Lo que lo arruina son los humanos que vivimos en él.

¡Cielos! En este momento me gustaría volver a drogarme. Pero me fumaría un porro, ya que las pastillas me han destrozado el estomago.