Pensé, hacia el final de la entrada anterior, con eso de no entender del todo la pieza pero amarla irrefutablemente, que me pasaba como los hombres a las mujeres ^^
"no te entiendo, coño, pero te amo"
xDD
El concepto base es que todo lo que sea razón, logos, racional y afines, es masculino. Penetra, divide, analiza, conquista.
Todo lo que es irracional, emocional, es femenino. Recibe, multiplica, com-padece.
Lo masculino es acción. Buscar entender con la mente es activar el lado masculino.
Lo femenino es recepción. Comprender con las entrañas, ser cautivado.
(para una mejor explicación, ver Fernando Risquez, Aproximación a la Feminidad, primer capítulo)
Así que cuando analizo la obra para entenderla, estoy activando mi lado masculino, buscando penetrar en sus misterios.
Disecciono, separo, comparo, reviso, reflexiono, busco... conquisto parcelas del saber.
Me encanta el conocimiento, me seduce el saber.
Sin embargo, soy una pasiva del coño. No sólo que soy mujer y pienso y siento como mujer, sino que soy una tipa realmente receptiva. A veces...
Por lo menos en lo que a la apreciación del arte se refiere. Prefiero plantarme ante una obra y ser penetrada por ella en lugar de penetrarla yo.
Prefiero que la obra me toque, me descubra, me diga (sobre mí), me revele partes de mí.
Me seduzca.
Soy una repasiva y una egomaniaca.
No aprecio el arte por lo que el artista dijo o quiso decir. No lo aprecio por el mensaje que lleva.
Aprecio el arte por lo que me dice de mí misma.
Yastá.
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