22- La vida es sueño 2

Me quedé yo pensando ayer en la obra luego de escribir -y que tengo que editar, como muchos otros posts, porque me como las palabras y las letras de una forma atroz- y no me gustó mucho lo que pensé.

Porque La vida... es mi pieza teatral favoritísisisisima de todas mis favoritas. Bueno, al menos es la que más me he leído. A lo mejor va a ser por eso...
Pero nunca he estado muy satisfecha con el final.
No digo que Segismundo debió matar a Basilio, su padre...

Vamos a ver.
Me encanta la escena XIX de la jornada segunda, el famoso soliloquio o monologo de Segismundo, que me lo sé casi que al detalle... Soy una mierda pa decirlo, pero me lo sé.

Y me sé -un poco peor, pero me la sé- esa intervención larguisíma de Segismundo al principio, esa que empieza "¡Ay, misero de mí! ¡Ay, infelice!" y que termina con el magistral "¿Qué ley, justicia o razón/ negar a los hombres sabe/ privilegio tan suave,/ excelsión tan principal,/ que Dios ha dado a un cristal,/ a un pez, a un bruto y a un ave?"

Que más de una vez digo para mí y a veces también en voz alta "enllegando a esta razón, un volcán, un Etna hecho, quisiera arrancar del pecho, pedazos del corazón"...

Pero... ¿Entiendo yo realmente la obra? Y si la entiendo... qué coño estoy haciendo que no lo pongo en práctica?!

Me quedé rumiando lo de Calderón, religioso, siglo XVII, España contrarreformista...
Pues que claro, la obra tiene un mensaje, coño!.
"Obra bien"
Sé honesto, honorable, virtuoso. Da lo mismo si es un sueño o si es verdad... no vaya a ser que sea de verdad y te agarren obrando mal por necio, porque como no importaba...

Y... no.
Que no me gusta.
Que me encanta La vida... porque el prota tiene un lío existencial, porque cuestiona la autoridad, porque cuestiona la realidad, porque cuestiona el castigo.
Pero no.
No voy a hacer lo que sea "políticamente correcto", sólo porque pueda importar.
Bueno, que tampoco ando yo lanzando soldados por las ventanas...

Y tampoco me voy a meter en un convento. Ni a matar al que "se llevó" mi "honra"... porque si nos ponemos a sacar cuentas, él tendría que matarme a mí, y tampoco es para tanto, no?

Adoro los versos donde Segismundo le dice a su padre: pero a ver, grandisimo cabrón, te dijeron que yo iba a ser un hijo de puta, y tú fuiste y zas! te aseguraste de que lo fuera, y luego, claro, la culpa es mía, porque es ya se veía que yo iba a ser un hijo de puta... ¿Sabes qué? Boto tierrita y no juego.
Obvio, no se lo dice así. Pero es mi paráfrasis del asunto.
Que hay cosas a las que el empeño en huirle es lo que las dispara.

Y Segis es... el puto amo.
Me encanta ese personaje, independientemente de si el final iba con moraleja. Me encanta esa lucha que se libra en su interior, el asunto de hacer su voluntad llevándose a todo mundo por medio u obrar bien y hacer su voluntad pero de manera "bella y buena".

No, definitivamente tendré que seguir estudiando esta pieza en el transcurso de mi vida, a ver si logro entenderla.
No la entiendo.
Pero que cerca de mi corazón siguen estando ciertos versos.

Lo que me lleva a la siguiente entrada...