Maneras sutiles

las que me huyen... :(

Estoy en un estado deplorable para escribir en un blog público. Me trasnoché, bebí y he dormido poco...
Lo que se me antoja como excelentes y muy buenas razones para no evitar expresarme.

Porque estoy justo en ese estado en que voy a dejarme salir, porque no me queda de otra. La idea es explotar. Y no se puede explotar de una manera sutil.

De maneras sutiles se puede seducir, se puede agredir. Pero explotar es como amar o estar en estado: se está o no se está. No hay punto medios. No puedes estar un poquito embarazada...

Lo que me lleva a la siguiente idea, cuya fuente original no encontré:
Que el amor es una emoción y es una decisión.
Te enamoras siguiendo un impulso. Te mantienes enamorad@ tomando una decisión.

La mayoría de las personas basan sus relaciones en la primera "fase" del amor. Cuando el impluso se agota, cuando la descarga de neurotransmisores (o cómo se llamen) se hace insuficiente para mantener ese nivel de emoción que produjo aquella primera descarga, dicen: "Creo que el amor que le tenía a X se está muriendo". Y luego van en busca de un nuevo estímulo que les provea esa sensación inicial.
Como lo hace cualquier adicto que se respete...

Y no se sientan a salvo porque ustedes no consuman ninguna sustancia ilegal. Adictos somos todos. A cualquier cosa...
Como yo con mis baches, productos de mis adicciones a ciertas neurohormonas, lo que me hace actuar de maneras muy bruscas y estúpidas para conseguir que mi cerebro las genere...

Así que si no puedo evitar ser una adicta, espero al menos poder elegir la sustancia de mi adicción.
Lo que inclina mi balanza hacia el amor como emoción. Después de muchas pruebas, me gusta más la sensación que el amor a nivel químico produce en mi cuerpo.

Pero no quiero quedarme en este estado semi-consciente y adictivo del amor. Quiero hacer de este estado una situación permanente en mi vida. Quiero basar mis relaciones en una decisión absolutamente consciente, en un ejercicio de mi voluntad, en la madurez de mis emociones.

He decantado y pulido mi gusto. He encontrado una sustancia que no sólo me gusta hasta el éxtasis, si no que es la que mejor me sienta, y me he decidido por ella.

Aunque aún no pueda evitar los baches.