El problema

Todos los problemas de mi vida son absurdos. No es que no sean problemas, es que comparados con los problemas de otras personas, no pueden negarse que los míos son absurdos. Al menos no lo niego yo.
Tampoco esto sirve para tranquilarme mucho, porque ya, reconozco que mi problema es absurdo y vuelvo a enfrentarme con la pantalla en blanco.
Y no pasa nada.
La pantalla se llena de caracteres que parecen tenr un escazo sentido, pero yo lo sigo sintiendo absurdo.
Le comento el problema a mi hermana, que milagrosamente se conecta en el msn. Me pasa el link a otro blog. Si les interesa, aquí lo dejo, que es super entretenido y lo he disfrutado bastante:
http://compartirfantasias.blogspot.com/

Bien. Vuelvo a mi pantalla de Word e intento conservar el empleo que he soñado y que me ha caído del cielo.
Pero la cosa no es tan facil.
Y recuerdo una de las discusiones con mi "jefe" (al menos temporalmente).

Se supone que para un escritor lo más importante es que lo publiquen.

Pero yo tengo pánico de ser publicada.
Pánico, no miedo.
No es que sencillamente me paralicé ante la hoja en blanco.
Es que estoy dando brazadas y patadas y no consigo salir de esta cosa que me tiene atrapada. Como en arenas movedizas.

Sé que muchos de mis amigos me leen de vez en cuando. Pero también sé que no son tan consecuentes como para leerme todo el tiempo.
Así que aquí, tengo mi espacio para dejar que una parte de mí, que muchos conocen porque tampoco es que la oculto, pero que aquí tengo un espacio para que esa parte de mí salga libre y sin prejuicios. Sin tantos prejuicios.
Aquí soy una máscara y puedo revelarme desde una cómoda y casi total (coño de la madre se me fue la palabra...) bueno, desde la cosa esa dónde nadie sabe que eres tú. Ah, anonimato.

Pero no tengo centro. No tengo un solo centro. Solo voy viajando e intentando disfrutar del paisaje.Tratando de poner de vez en cuando en palabras las cosas que me van llenanado, para no colmarme y estallar en abruptos arrebatos emocionales, lo que tampoco puedo evitar.

No tengo nada real que decir. No hay mensaje.
Y que tengo un miedo feroz a que salga mi nombre por allí, junto a un escrito vacío.
Entre otras cosas, pero esta es la que me ocupa hoy.
Y claro que puedo seguir escribiendo hasta completar los 30 mil caracteres (contando los espacios), pero mañana tengo clases y si no me voy a la cama ahora me voy a volver a trasnochar.
Y ya me siento de la patada.